Hace tres años, Jessica Simpson compartió en sus memorias que tuvo que tuvo una dura batalla en su camino para superar sus adicciones a las drogas y el alcohol. En 2017, la cantante estadounidense se refugió en la bebida para escaparse de un momento tormentoso de su vida.
Aquel capítulo ya fue cerrado y Simpson celebró en este 2023 seis años de sobriedad. Para festejarlos decidió mirar hacia el pasado como forma de agradecerse por haber luchado por salir de aquella adicción.
Simpson compartió, nuevamente, en sus redes sociales una imagen donde se le ve "irreconocible". La foto fue tomada el día que decidió dejar de beber. Con un aspecto triste pero pensativo, la cantante de “Irresistible” aparece sentada en un sillón, luciendo un buzo rosa y mirando a lo lejos, como perdida, mientras un rayo de luz ilumina su rostro.
"Seis años", tituló la historia (ya expirada), que invitaba a leer un posteo que había publicado el 1 de noviembre de 2021 en donde celebraba un año sin probar una sola gota de alcohol.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por Jessica Simpson (@jessicasimpson)
"Esta persona, en la madrugada del 1 de noviembre de 2017, es una versión irreconocible de mí misma. Tenía mucho que descubrir y explorar”, comenzó relatando en el "post". "Sabía que en este preciso momento me permitiría recuperar mi luz, mostrar la victoria sobre mi batalla interna de autoestima y enfrentarme a este mundo con una claridad penetrante. Personalmente, para hacerlo necesitaba dejar de beber alcohol porque mantenía mi mente y mi corazón dando vueltas en la misma dirección y, sinceramente, estaba agotada".
"Quería sentir el dolor para poder llevarlo como una insignia de honor. Quería vivir como lo hace un líder y romper los ciclos para avanzar hacia adelante, sin mirar atrás con arrepentimiento y remordimiento por cualquier decisión que haya tomado y que tomaría por el resto de mi tiempo aquí en este hermoso mundo", expresó.
"Hay tanto estigma alrededor de la palabra alcoholismo o la etiqueta de alcohólico. El verdadero trabajo que necesitaba hacer en mi vida era aceptar realmente el fracaso, el dolor, el quebrantamiento y el autosabotaje. La bebida no era el problema. El problema era yo. No me quería a mí misma. No respetaba mi propio poder. Hoy lo hago. He hecho las paces con los miedos y he aceptado las partes de mi vida que son simplemente tristes. Me apropio de mi poder personal con valentía. Soy salvajemente honesta y cómodamente abierta. Soy libre", culminó.